La instalación eléctrica es un componente esencial en cualquier edificación, ya sea residencial, comercial o industrial. Su función es proporcionar energía eléctrica de manera segura y eficiente, permitiendo que todos los dispositivos y aparatos en una vivienda o establecimiento funcionen correctamente. Una instalación eléctrica bien diseñada y ejecutada no solo garantiza la comodidad y el buen funcionamiento de los equipos eléctricos, sino que también es crucial para evitar accidentes y riesgos graves, como incendios o descargas eléctricas. Por ello, es fundamental entender los elementos que componen una instalación eléctrica, cómo debe realizarse de manera segura y cuáles son los cuidados y mantenimiento que se deben tener en cuenta.

    ¿Qué es una instalación eléctrica?

    Una instalación eléctrica es un conjunto de componentes interconectados que permiten el paso y control de la corriente eléctrica. Se compone principalmente de cables, interruptores, enchufes, fusibles, disyuntores, entre otros dispositivos, que trabajan en conjunto para distribuir la electricidad desde el punto de suministro (generalmente el contador) hasta los diferentes puntos de consumo dentro de la propiedad.